ARCHIVO ALLSOP
Texto por:
Jimena Jerez
Ilustración por:
Patricia DomínguezEstas ilustraciones buscan representar la presencia de las plantas al salir de su cuerpo durante la noche, para entrar en la psique humana y los deseos proyectados a través de ellas. ¿Qué alianzas proponen estos espíritus vegetales con la psiquis humana?
Plantas en la noche, plantas de la oscuridad. Las plantas habitan su cuerpo vegetal y al mismo tiempo, su entidad también habita el éter, la casa del aire. La artista propone entonces, especulaciones sobre los movimientos energéticos de estas alianzas en lo invisible.
PLANTAS DE PODER EN LOS RÍOS, CHILE
En la selva fría del territorio que habita el río Guadalabken y la cuenca hidrográfica que lo acompaña, existe registro del uso de especies vegetales de consumo ritual, así como plantas visionarias y punitivas.
La sobreabundancia de significados que despliegan como noemas, construcciones significativas de la conciencia compartidas por un colectivo, nos presentan intersecciones de estas experiencias en el marco de una descripción numinosa de la realidad, la que parece generar un paréntesis en los antepredicativos culturales.
Droga, <phármakon> en griego, es una sustancia que comprende a la vez remedio y veneno, sólo cambia la dosis. La proporción que hay entre la cantidad necesaria para producir efectos psíquicos o físicos (dosis activa media) y la cantidad suficiente para ocasionar la muerte (dosis letal media), se denomina margen de seguridad en cada droga. Ácido acetilsalicílico puede ser mortal para adultos a partir de los 3 gramos.
En botánica se denomina droga a la parte de la planta a la que se le da uso. Así, en el foye su droga es el cortex (corteza) y folia (hojas), mientras que en el ajo es el bulbus (bulbos).
Dentro de estos compuestos se distinguen los que afectan somáticamente, como la cortisona, las sulfamidas o la penicilina, y los que también comprometen los procesos de conciencia. Son equivalentes a las sustancias que trasladan mensajes en el sistema nervioso, los neurotransmisores.
Enteógeno es otro término empleado para referirse a plantas u hongos que permiten alcanzar estados de conciencia en los que el sujeto es inspirado o poseído, como en el caso de los trances proféticos, la pasión erótica y la creación artística, así como aquellas ceremonias en que los estados místicos eran experimentados a través de la ingestión de sustancias psicotrópicas y la abstinencia (alimentos, rutinas, sueño, hábitos, etc.).
Las plantas visionarias, o de poder, se consideran un medio de comunicación o vehículo para tomar contacto con el mundo sobrenatural. También es una señal, pues su uso está codificado y ritualizado, su consumo o prohibición coinciden con una división del campo social, pudiendo subrayar la oposición entre el iniciado y la persona ordinaria. Para la clínica, constituyen drogas sicoactivas que alteran o distorsionan la conciencia. Son instrumentos de cambio cultural, medios de sanación y rehabilitación, especialmente para personas narcodependientes.
Manifiestan poder o perversión y han estado asociadas a movimientos mesiánicos. Finalmente, pueden actuar como catalizadores, favoreciendo el cuestionamiento del orden establecido.
La selva valdiviana posee una amplia documentación botánica desde los primeros contactos entre mapuche y conquistadores, llegando a través de crónicas sus reconocidos usos. Podemos considerar especies como Lobelia tupa, Desfontainia spinoza, Elyotropus chilensis, Gaultheria insana, Coraria ruscifolia, entre otras examinadas por la modernidad.
La utilización de las solanáceas Brugmansia sanguinea, Datura stramonium y Latua publiflora, por su parte, parecen ser de carácter propiciatorio, simbólico y adivinatorio, determinando los hábitos o inclinaciones futuras de los infantes, bajo la forma de infusión de mihayi o de latúe o haciendo una corona de éste con un gancho, el que al desatarse sola hace un buen augurio sobre la persona. Brugmansia es marcadamente punitivo, asociado a control social o consumido con fines psicodélicos.
La química de Brugmansia es similar a la de Datura y Latua: escopolamina, hiosciamina, atropina. La escopolamina, responsable de los efectos alucinógenos, es la que aparece en mayor cantidad.
Nos parece importante destacar su similitud, aunque desconocemos las implicancias totales de este dato. Las tradiciones de brujería local están vigentes y se mantienen en estricto hermetismo, provienen de sustratos multiculturales ancestrales, pero existen registros judiciales en que pueden pesquisarse.
Juana de Castañeda, mulata de 32 años, hija de afrodescendiente y mujer originaria, nacida en Valdivia y casada en El Callao, aparece documentada en un auto en 1600, registrado por Toribio Medina en su obra sobre la inquisición en Chile:
“Mandada prender la reo y habiéndosele dado por cárcel la casa del alcaide, debajo de juramento dijo que presumía que la habíamos mandado prender por lo que ella se había denunciado, y que a las mujeres por quienes había rezado la dicha oración de Santa Marta les había tomado juramento que no la descubriesen, y les había dicho que hiciesen decir una misa a Santa Marta cuando ella rezase la oración y otra a Nuestra Señora de la Candelaria, y que había tratado con unos indios hechiceros y la habían dado ciertas yerbas para con ellas untar las botijas donde tenía la chicha, para que se vendiese bien”.
Semillas usadas de esta manera en la chicha, ya sea como afrodisíaco, para calmar dolores o comunicarse con los muertos, corresponden a brugmansia, datura y hojas de latua.
En la tradición andina, Brugmansia sanguinea, el floripondio, es conocida bajo el nombre de huacacachu y se cree permite comunicarse con los antepasados o revelar en qué tumbas hay tesoros. Se la asocia constantemente con la muerte y la sepultura. Su origen está en la parte occidental de Sudamérica, asociada al cordón andino. Otros nombres son borrachero, huanto, maicoa, reina de la noche, toá, tonga, campanilla.
Brugmansia sanguinea es un arbusto o árbol pequeño, mide hasta 9 m de alto, con hojas oblongoelípticas, a menudo finamente vellosas; el limbo mide 10 a 40 cm de largo y 5-6 de ancho. Nace de un pecíolo que puede medir hasta 13 cm de longitud. Las flores están inclinadas, de entre 18 a 23 cm de largo, aromáticas, sobre todo en las mañanas. La corola tiene forma de trompeta, es blanca, amarillo-oro o salmón-anaranjada hacia la boca, su parte basal es delgada y está completamente encerrada por el cáliz; los dentículos de corola son curvos y de 4-6 cm de largo. El fruto es un pepino ovoide-elongado, liso, verde y variable en tamaño; permanece carnoso, nunca se torna duro o lanoso. Las semillas son angulosas, negruzcas o parduscas, de buen tamaño.
Se diferencia de Datura sp., porque sus flores crecen mirando la tierra y es arborescente. Se sospecha que todas sus variedades son cultivadas, desconociéndose en estado silvestre. La variedad blanca o amarilla vistas en la zona corresponde a Brugmansia arborea.
Es broncodilatador, las hojas alivian las crisis de asma, así como sirven de cataplasma para tumores y dolores reumáticos. Flores, raíces y frutos son altamente intoxicantes.
Es común que aparezcan arañas, pulgas o puntos luminosos, probablemente originados por los fosfenos o fulgores entópticos. En individuos con labilidad o inestabilidad sicológica su uso puede producir episodios sicóticos recurrentes; otros, en cambio, experimentan placer y bienestar bajo los efectos de esta planta. Produce ceguera parcial temporal por tres días, prolongándose las alucinaciones por 12 horas. Un elemento descrito en común es la aparición de “gente”, algunos conocidos y otros totalmente desconocidos, que charlan y contestan las preguntas del consultante y que no son consensuales para el observador externo.
El mihayi o millalle, Datura stramonium, arbusto hemicriptófito utilizado desde tiempos homéricos, se la incluye en la copa con que Circe envenenaba a los hombres transformándolos en bestias. Helena también la da de beber a Telémaco.
Se ha indicado su origen en Asia y el este norteamericano. El estramonio recibe los nombres de miyaya, miaya, chamico, manzana espinosa, hierba inca, yerba del diablo, hierba de los brujos, put-put, hierba de los topos, hierba de los demonios, hierba de los magos, papa espinosa, maleza de Jimson, higuera loca, toloache. Se usa en rituales de iniciación y como ingrediente de brebajes de hechicería, se supone es la base de las pomadas de brujería medieval.
Intoxicaciones masivas ocurridas en Valdivia en 1774, en las que la gente del presidio se presenta embriagada “sin antecedente de haber tomado bebida alguna, sino sólo el pan de munición", comprobándose que la harina contenía semilla de chamico mezclada con centeno, ballico y mostaza.
Se utiliza externamente para darse friegas, las hojas y las flores se usan hasta para curar los granos, ablandar los tumores, hacer que supuren y calmar el dolor. Hay registro de la confección de pomadas para apostemas en las piernas y contra la lepra.
El jugo de la planta se recetaba contra la manía y la epilepsia. Las prácticas de hechicería europea hacían absorber filtros a personas de las que querían vengarse. Les daba una borrachera que por un instante les quitaba por completo la razón; aunque no sólo tenía un uso maligno, pues también servía para alegrar a los seres acongojados o tristes, haciéndoles ver ilusiones consoladoras o eliminar el recuerdo de algún hecho traumático.
Cuando los sacerdotes de la lluvia mexicas salían por la noche para comunicarse con el reino emplumado, ponían un poco de sus raíces pulverizadas en ojos, oídos y boca para que así los pájaros no se asustaran y escucharan sus plegarias solicitando la venida de la lluvia.
Pueden percibirse formas similares a un enorme mandala de colores brillantes sobre fondo oscuro que aparece espontáneamente sobre la visión normal. En las siguientes semanas, la percepción visual se encuentra rodeada por minúsculos puntos blancos. El “enchamicamiento” se quita mediante la ingesta de porotos crudos molidos y deshechos en agua caliente.
Diego Rosales, el cronista del siglo XVII, en su Flandes Indiano describe sus usos:
“…de cada rama nace una piña, armada de gruesas, y penetrantes espinas, cuando madura, se abren, y muestran dentro unos granos, o pepitas negras, y aplanadas; a modo de lantexas. Dadas a beber en bino, o en agua, entorpecen de tal suerte los sentidos que los delinquentes, si las beben, antes de darles los tormentos, no sienten dolor alguno, por más que les aprieten los cordeles. Si aumentan la cantidad, quedan dormidos por un día natural con los ojos aviertos, y para despertarlos, les ponen vinagre en las narices, o ceniza caliente en la frente. Si es mucha la bebida, se quedan dormidos, y riendo, y se mueren sin agonía ninguna”.
Todas las especies de Datura son químicamente similares, teniendo como principios activos alcaloides del tropano, tales como atropina, hiosciamina e hioscina, la norescopolamina, aposcopolamina, meteloidina, entre otras. Sus semillas tienen aceite en la forma de lectinas. La escopolamina es considerada una droga de sumisión química, en varios países está asociada a fines delictivos, denotados en el vocablo afrocubano burundanga.
La actividad fisiológica comienza con un estado de lasitud, avanza hasta llegar a un período de alucinaciones que es seguido por un sueño profundo y la pérdida de la conciencia. El estramonio retiene en el mismo sitio, imprimiendo un movimiento giratorio, circunscrito a un espacio reducido.
Posee cualidades de contra cuando crece cerca de las casas o si se guardan sus semillas en el interior de ellas, ya sea enterradas bajo la puerta o depositadas en los dinteles. Será también un potente protector para los maleficios o envidias. Es adivinatoria.
Latúe, Latua pubiflora, el árbol de los brujos, kalkumamüll, es un arbusto espinoso de color verde claro, de largas ramas, hojas alternas, enteras, con forma elíptica, aguda, atenuada en el pecíolo, de 5 a 6 cm de longitud. Las espinas están ubicadas en la inserción de las hojas, Florece en invierno con los tallos desnudos. Flores solitarias, axilares y pedunculadas, de fucsia intenso. Cáliz corto, ancho, con 5 divisiones, densamente cubierta de vellos por fuera; estambres, 5; estigma corto, anchamente bilobulado. El fruto es un tomate, pequeño, globoso, verde-amarillento, de 2 cm de diámetro, con numerosas semillas. En la costa valdiviana crece entre los 500 y 900 m. Es endémica.
Su nombre significa “lo que causa la muerte”, se ha documentado como punitivo, castigo a adúlteros o mal portados, recordando las tradiciones haitianas de vudú y la fabricación de zombis. En dosis pequeñas es alucinógena, provoca convulsiones y delirios. Entre los perjuicios que causa el latué está el “mal de amor”. Quienes son afectados por el latúe sufren delirios de persecución, cambios de conducta y deseos de andar sin rumbo; dependiendo de las fases de la luna, experimentarán momentos de normalidad o alteración. Asimismo, produce enfermedades en el sistema digestivo (estómago, páncreas, hígado y vesícula).
Es una planta que puede escuchar y conceder lo que se le pida. Su uso está restringido a especialistas. En la hoja concentra su poder, pero para que éste emerja es preciso realizar algunos rituales. Así, la persona puede dirigirse al arbusto de modo secreto y realizar una rogativa en que le habla, lo acaricia y ruega en nombre de Ngenechen. Al mismo tiempo hay que ofrendarle harina cruda o tostada, muday o chicha para alimentarlo y agradecerle sus bondades. Hay una hora específica en la que se puede realizar esta ceremonia.
Finalmente, debe sacarse un ganchito del arbusto, colocándolo bajo la almohada o en la cabecera de la cama hasta que se seque y luego guardarlo en un lugar donde nadie acceda. Las acciones benéficas del latúe son sanar enfermos, curar daños, dar prosperidad a la familia, propiciar buenas cosechas y siembras y curar el mal de amor.
La contra para la intoxicación con latúe y el mal de los brujos es el jugo de Llague, pequeña planta que crece en las huertas en barbecho. Esta planta aparece en la literatura como yerba mora, nombre que ha suscitado especulación sobre su identidad, clasificándosela como natre, Solanum gayanum, y Prunella vulgaris.
El llague agrupa a varias especies afines como Solanum nigrum, S. rubrum y S. americanum, plantas herbáceas ramificadas. Yague y yaguecillo son plantas pequeñas de flor morada, muy apreciada en juegos de paliñ, “para ser muy veloz y que no se vean las piernas al correr”, si se les pasa la mano, tienen otra botellita con la contra para fregarse externamente. Correspondería al tomatillo, Solanum valdiviense.
Desde el punto de vista medicinal, el latúe ha sido utilizado para fiebre y en infusiones de ½ hoja. Los baños tibios hechos con sus ganchos alivian calambres y reumatismo, mientras que la cataplasma de sus hojas cura heridas.
Para la buena suerte, contra espíritus maléficos y prevenir robos, se tiene una planta en la casa o un trozo de cáscara guardado en un libro. En virtud de ser “planta viva” se hace invisible.
El uso de estas especies y su relación con la espiritualidad de los pueblos originarios americanos se ha visto amenazada por la extracción de plantas y genes, las que han sido sacadas de su territorio y patentadas por farmacéuticas trasnacionales, alertando a las comunidades del sur de Chile sobre el robo de la propiedad intelectual de los conocimientos herbarios ancestrales y su utilización.
La actividad fisiológica comienza con un estado de lasitud, avanza hasta llegar a un período de alucinaciones que es seguido por un sueño profundo y la pérdida de la conciencia. El estramonio retiene en el mismo sitio, imprimiendo un movimiento giratorio, circunscrito a un espacio reducido.
Posee cualidades de contra cuando crece cerca de las casas o si se guardan sus semillas en el interior de ellas, ya sea enterradas bajo la puerta o depositadas en los dinteles. Será también un potente protector para los maleficios o envidias. Es adivinatoria.
Latúe, Latua pubiflora, el árbol de los brujos, kalkumamüll, es un arbusto espinoso de color verde claro, de largas ramas, hojas alternas, enteras, con forma elíptica, aguda, atenuada en el pecíolo, de 5 a 6 cm de longitud. Las espinas están ubicadas en la inserción de las hojas, Florece en invierno con los tallos desnudos. Flores solitarias, axilares y pedunculadas, de fucsia intenso. Cáliz corto, ancho, con 5 divisiones, densamente cubierta de vellos por fuera; estambres, 5; estigma corto, anchamente bilobulado. El fruto es un tomate, pequeño, globoso, verde-amarillento, de 2 cm de diámetro, con numerosas semillas. En la costa valdiviana crece entre los 500 y 900 m. Es endémica.
Su nombre significa “lo que causa la muerte”, se ha documentado como punitivo, castigo a adúlteros o mal portados, recordando las tradiciones haitianas de vudú y la fabricación de zombis. En dosis pequeñas es alucinógena, provoca convulsiones y delirios. Entre los perjuicios que causa el latué está el “mal de amor”. Quienes son afectados por el latúe sufren delirios de persecución, cambios de conducta y deseos de andar sin rumbo; dependiendo de las fases de la luna, experimentarán momentos de normalidad o alteración. Asimismo, produce enfermedades en el sistema digestivo (estómago, páncreas, hígado y vesícula).
Es una planta que puede escuchar y conceder lo que se le pida. Su uso está restringido a especialistas. En la hoja concentra su poder, pero para que éste emerja es preciso realizar algunos rituales. Así, la persona puede dirigirse al arbusto de modo secreto y realizar una rogativa en que le habla, lo acaricia y ruega en nombre de Ngenechen. Al mismo tiempo hay que ofrendarle harina cruda o tostada, muday o chicha para alimentarlo y agradecerle sus bondades. Hay una hora específica en la que se puede realizar esta ceremonia.
Finalmente, debe sacarse un ganchito del arbusto, colocándolo bajo la almohada o en la cabecera de la cama hasta que se seque y luego guardarlo en un lugar donde nadie acceda. Las acciones benéficas del latúe son sanar enfermos, curar daños, dar prosperidad a la familia, propiciar buenas cosechas y siembras y curar el mal de amor.
La contra para la intoxicación con latúe y el mal de los brujos es el jugo de Llague, pequeña planta que crece en las huertas en barbecho. Esta planta aparece en la literatura como yerba mora, nombre que ha suscitado especulación sobre su identidad, clasificándosela como natre, Solanum gayanum, y Prunella vulgaris.
El llague agrupa a varias especies afines como Solanum nigrum, S. rubrum y S. americanum, plantas herbáceas ramificadas. Yague y yaguecillo son plantas pequeñas de flor morada, muy apreciada en juegos de paliñ, “para ser muy veloz y que no se vean las piernas al correr”, si se les pasa la mano, tienen otra botellita con la contra para fregarse externamente. Correspondería al tomatillo, Solanum valdiviense.
Desde el punto de vista medicinal, el latúe ha sido utilizado para fiebre y en infusiones de ½ hoja. Los baños tibios hechos con sus ganchos alivian calambres y reumatismo, mientras que la cataplasma de sus hojas cura heridas.
Para la buena suerte, contra espíritus maléficos y prevenir robos, se tiene una planta en la casa o un trozo de cáscara guardado en un libro. En virtud de ser “planta viva” se hace invisible.
El uso de estas especies y su relación con la espiritualidad de los pueblos originarios americanos se ha visto amenazada por la extracción de plantas y genes, las que han sido sacadas de su territorio y patentadas por farmacéuticas trasnacionales, alertando a las comunidades del sur de Chile sobre el robo de la propiedad intelectual de los conocimientos herbarios ancestrales y su utilización.
Brugmancia sanguínea
< floripondio rojo >
"Sus grandes trompetas rojas, colgaban tras algunas rukas semi escondidas ¿Qué hace una planta de la Amazonía cultivada en medio de la selva fría? ¿Quiénes la trajeron y cuándo? ¿Era por su connotación de planta para hablar con los muertos? ¿Era cuidadora de tesoros enterrados? ¿Serían los ingka quienes trajeron sus jardines encantados?”
Latua pubiflora
< Latué >
"Esta planta puede conceder lo que se le pida. Así, la persona puede dirigirse al arbusto de modo secreto y realizar una rogativa en que le habla, lo acaricia y ruega en nombre de Ngenechen”.
Arachnitis uniflora
< La hierba de la araña >
"La sorpresa mayor es una pequeña hierba pálida con forma de araña traslúcida que vive sin luz del sol. Wenchulawen o Puñenwe, buscada por algunas mujeres curiosas para encargar hijos. Y es que ciertamente, la vida se sostiene en la ausencia solar, sostenida por la vida misma”.
Valdivia Gayana
< La planta del león >
"Descubrimos muchas cuevas las que estaban cubiertas en su interior de hermosas flores que crecían en la ausencia solar. (...) Tras ese útero verdinegro, un túnel de lianas, trepadoras, helechos, hongos y musgos prometían una nueva vida".
< La planta del león >
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